Entre música y humo

Hace unos días platicaba con mi amiga, de la cual no daré más datos, pues le caga hable de ella, solo diré que es una de las pocas personas que logran prenderte con sus palabras.

Este relato inicia entre humo y café; llegamos al tema a la música lastimera. Esto fue lo que sucedió:

La Amiga: Diabla, ¿tienes alguna canción que te lacere?
La Diabla: No, hace años preferí dejar en el olvido excoriarme con las notas.
La Amiga: júaaa, para mí “Con la Frente Marchita”, de Sabina ¿recuerdas te dije era de mis preferidas?, ¿ya la escuchaste?.
La Diabla: Si lo recuerdo y no la he escuchado, cada vez que intento bajarla me marca error.
La Amiga: Deja te la pongo.

Terminó la canción y me invadía un ahogo poco común.

La Amiga: Ahora el análisis. – Fumaba con su aire ennoblecido -.
La Diabla: Que suerte tan triste. – No dije más, sentía un nudo en la garganta-.
La Amiga: Muchos piensan que habla simplemente de amor, cuando habla de una muerta. En la estrofa: "ojala que estuvieras conmigo en el Río de la Plata". En el Río de la Plata era en donde tiraban a los muertos en aquellas épocas de revolucíon.
La Diabla: Me siento profundamente triste, dolida, como querer llorar por los otros. – Lancé un suspiro entrecortado -.
La Amiga: Entonces, ¿cuál es la canción que te hiere?
La Diabla: Pues.... Ponla otra vez, ¿Si? - cierto que me lastimó -.

Curioso fue que días después, leyendo mis viejas notas encontré la frase
“No hay nostalgia peor que añorar lo que nunca, jamás, sucedió”, escrita con mi puño y letra. ¿Serán las viejas notas lo que un día vendré a vivir?.

Desde ese día, canto cada una de sus palabras como si me fuera la vida en ello…