Retomando

¿Qué nos hace volver a lo que dejamos tirado, olvidado y hasta descuidado?.

Serán las ganas de encontrase de nuevo, de redescubrise,

de saberse o simplemente de sacar lo que queda emplastado en las ideas...

lo que sea... me volvieron las ganas de escribir

Y YA!.

Entre música y humo

Hace unos días platicaba con mi amiga, de la cual no daré más datos, pues le caga hable de ella, solo diré que es una de las pocas personas que logran prenderte con sus palabras.

Este relato inicia entre humo y café; llegamos al tema a la música lastimera. Esto fue lo que sucedió:

La Amiga: Diabla, ¿tienes alguna canción que te lacere?
La Diabla: No, hace años preferí dejar en el olvido excoriarme con las notas.
La Amiga: júaaa, para mí “Con la Frente Marchita”, de Sabina ¿recuerdas te dije era de mis preferidas?, ¿ya la escuchaste?.
La Diabla: Si lo recuerdo y no la he escuchado, cada vez que intento bajarla me marca error.
La Amiga: Deja te la pongo.

Terminó la canción y me invadía un ahogo poco común.

La Amiga: Ahora el análisis. – Fumaba con su aire ennoblecido -.
La Diabla: Que suerte tan triste. – No dije más, sentía un nudo en la garganta-.
La Amiga: Muchos piensan que habla simplemente de amor, cuando habla de una muerta. En la estrofa: "ojala que estuvieras conmigo en el Río de la Plata". En el Río de la Plata era en donde tiraban a los muertos en aquellas épocas de revolucíon.
La Diabla: Me siento profundamente triste, dolida, como querer llorar por los otros. – Lancé un suspiro entrecortado -.
La Amiga: Entonces, ¿cuál es la canción que te hiere?
La Diabla: Pues.... Ponla otra vez, ¿Si? - cierto que me lastimó -.

Curioso fue que días después, leyendo mis viejas notas encontré la frase
“No hay nostalgia peor que añorar lo que nunca, jamás, sucedió”, escrita con mi puño y letra. ¿Serán las viejas notas lo que un día vendré a vivir?.

Desde ese día, canto cada una de sus palabras como si me fuera la vida en ello…

Retentiva

Evócame… háblame una vez más.
Dime de tus miedos.
Cuéntame de esos sueños de insomnio.
Revienta para mí y vuela entre las distancias.
Esta madrugada rebasa los límites y alcanza mis humedades.

Abre tu piel, dame a lamer tus ansias.
Desboca tu lujuria completa sobre mi orilla.
Aprieta tan fuerte tus piernas para no dejarme escapar…
Provócame… desquita tu pena en mi cuerpo.

Deja hilar libres tus cabellos con mis dedos,
mientras comes de mi boca para soportar las dolencias.
Dile a tu alma que se exponga ante mí…
Ábrela una vez más.

Tiembla, llora… fúndeme en tus huecos.
Recógete entre mis brazos.

Entrégate al sueño, que nos hará de nueva cuenta olvidarnos.
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Tengo los recursos

Hoy mientras esperaba que pasarán las horas (estoy de vacaciones) me topé con un libro acerca del café, en este mencionaba a uno de los más excéntricos.

Resulta que este café llamado Kopi Luwak, procesado en una Isla de Indonesia es uno de los más caros del mundo – una libra puede costar hasta 500 dólares-.

Este café es obtenido a partir de granos de café que digiere la civeta. La civeta es un animalito parecido a los gatos, al que los nativos le llaman Luwak.

Y la cosa es así…

1. La civetita come granos frescos de café (los que todos conocemos) que encuentra en su camino.
2. Mientras que el grano está en el estómago de la civetita, experimenta ciertas fermentaciones producidas por los ácidos estomacales.
3. El grano emprende su viaje a través del sistema digestivo y sale como excremento (o sea caca).
4. Los granos aún intactos se recogen del suelo del bosque, y se limpian.
5. Después se tuestan y se muelen igual que otros cafés.

Los aventurados y con suficiente lana para echarse una taza por 40 dólares, dicen que este café resulta ser como ningún otro y que tiene un toque de caramelo y chocolate.

Y... ¡¡¡surgió la gran idea!!! Voltee hacia ella pensando - tengo los recursos... mmhhh… desde hoy cambiamos tu dieta -. No se que efecto causo mi pensamiento en ella y de un brinco trepo al escritorio, ronrrrrrrronenado se tiro de costado para que le rascara la panza.

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Adieu

Ayer lloraste por litros y entre tanto sollozo apenas te entendía.

– No puedo seguir a tu lado y sigo amándote tanto... tanto -.

Irremediablemente se me vino a la mente Pedro Junco… nosotros que nos queremos tanto, debemos separarnos… no es falta de cariño… mta, valiendo madres.

Yo también lloré, lloré porque me movió tu tristeza que parecía infinita. Miraba atentamente tus grandes ojos, esos que tantas veces me dejaban enajenada y que ahora simulaban grifos.

Tomé tus manos – ¿Qué más? – pregunté suavemente –
– ¡Quiero zamparme al mundo! Y tú toleras mis enmarañadas pendejadas desde siempre… ¡carajo! - dijiste con tono mortificado.

Al verte en tan sumida y descorazonada confusión, levanté tu carita diciendo – Haz lo que necesitas hacer y aquí estaré para ti –. Quién sabe de donde me salieron fuerzas para decir tremenda estupidez y te solté.

Te fuiste y Spente Le Stelle me convidó sus lastimeras notas… Ayer te lloré todo lo que tenía que llorarte.
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La nota prometida

Si, definitivo… ésta es tu puerta, se parece a ti. Un tanto indomable y temerariamente entreabierta. Es aquí donde dejo el resumen de una distancia de diez cigarros y de una tremenda lucha contra el insomnio sincero.

Desde estas letras hablo contigo. ¿Sabes que me gusta hablar contigo? Es como desanudar un atado de sugerentes improvisaciones… unas tan ocurrentes como imaginarte cantando con tal bravura a Sandro… otras como querer ser el asfalto que bordea tus pasos, así pasaríamos más tiempo contando mil cosas. Conversando contigo aprendí a redescubrir a Sabina, tanto que, “Nos sobran los motivos” me favorece la distancia.

Y ya que me despida de tu puerta… ¡Cómo me gustaría tirar piedritas a tu ventana!... Más no sé cuál es tu balcón, pero si te asomas un poco hacia dentro, cuando quieras tener-me tiempo y me regales un segundo para imaginar-me, advertirás que permanezco atenta...

Mientras tanto prefiero vagabundear las horas en el recuerdo de tus palabras, deslizándome con la rapidez de un caracol y doblándome las uñas hacia atrás para buscarte entre mi carne.

Ya lo sé, exagero, ¿pero qué quieres?... me he descubierto pensándote.
Aquí te dejo tus diez cigarros... l l l l l l l l l l
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Solo vengo a...

Por mera distracción, olvidé mi celular en su auto. Le llame diciendo que pasaría por la tarde a recogerlo. Llegué a esa Institución Gubernamental en la que trabaja, ahí estaba mi celular.

Al entrar noté que un grupo de personas, alrededor de unas 20, amurallaban el mostrador de información, así que con gentileza pedí me permitieran pasar. Escuche a lo lejos -¡Hey, que haga fila como todos! - ¿Era a mi tal recomendación?, la ignoré.

Logré mi cometido. Estaba frente a la señorita del mostrador que con descortés ademán me pregunto ¿Qué quiere?. Antes de emitir palabra alguna, una señora regordeta y sudorosa me dijo furiosa y a salibazo limpio.- ¡Tengo aquí más de dos horas esperando mi turno! - Y algunos murmullos apenas entendibles - ¡yo igual, ya ni la friegan….!-.

Y a mi que chingados me importaba eso – pensé-. – Solo quiero preguntar por alguien - le dije -. No lo hubiera hecho, pues la tan circunferencial señora me lanzo un - ¡me vale madre, yo llegué primero!-.

Creo que mi cara de ¡ay güey, me van a madrear! conmovió a la señorita del módulo quien me pregunto, ya menos brusca - a quién busca- Le dije y me indico el camino.

Ya me dirigía a la oficina y nuevamente la señora, cada vez más regordeta de lo encabronada que estaba, lanzó su troglodita grito. - ¡Lo que hace un trajecito bonito, pinche vieja, te crees muy influyente… corrupta!-. Apresuré el paso, no fuera que se me abalanzara y clavara sus tiburonescos dientes en mi cuello.

Pensé… y eso que solo vengo a recoger mi celular. Entendí a la rabiosa señora, ella solo quería ver a su hijito. ¡Ella no tenía la culpa de la mala atención que se brinda en estas Instituciones Gubernamentales!.

¿Esto pasará a diario en el Tribunal de Menores?

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Run, Forrest! Run!

He resuelto que conforme voy andando en la vida, dejaré tiradas en el suelo todas mis pendejas e innecesarias preocupaciones… que fuera así como en la escena de Forrest Gump… Run, Forrest! Run! Quien corriendo a madres de tan ojetes niños, logra deshacerse de los fierros que lleva en sus piernas y jamás de los jamases los vuelve a usar.

That's all I have to say about that.

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¿Sabes?

A mi no me gusta callar,
es como estar ausente y justamente no lo soporto.

______ Holyfuckingshit______

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Ya casi

Lo tenía pensado hace tiempo, más no me daba el tiempo ni la gana de arrancar… y hoy a causa de una majestuosa sobredosis de cafeína y nicotina, me siento inspirada y motivada aunque no del todo radiante, así que razón de más para no desaprovechar la oportunidad y empezar a...

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