Ayer lloraste por litros y entre tanto sollozo apenas te entendía.
– No puedo seguir a tu lado y sigo amándote tanto... tanto -.
Irremediablemente se me vino a la mente Pedro Junco… nosotros que nos queremos tanto, debemos separarnos… no es falta de cariño… mta, valiendo madres.
Yo también lloré, lloré porque me movió tu tristeza que parecía infinita. Miraba atentamente tus grandes ojos, esos que tantas veces me dejaban enajenada y que ahora simulaban grifos.
Tomé tus manos – ¿Qué más? – pregunté suavemente –
– ¡Quiero zamparme al mundo! Y tú toleras mis enmarañadas pendejadas desde siempre… ¡carajo! - dijiste con tono mortificado.
Al verte en tan sumida y descorazonada confusión, levanté tu carita diciendo – Haz lo que necesitas hacer y aquí estaré para ti –. Quién sabe de donde me salieron fuerzas para decir tremenda estupidez y te solté.
Te fuiste y Spente Le Stelle me convidó sus lastimeras notas… Ayer te lloré todo lo que tenía que llorarte.
_____________________________________________
No hay comentarios:
Publicar un comentario